Últimos días.
Esto se acaba. Empiezan las despedidas que nadie quiere
tener. Cada día salimos a tomar algo para despedir a alguien. Es una situación extraña,
gente a la que hace tres meses no conocías
de nada y ahora que se van, se van como parte de una pequeña familia que hemos
formado.
También toca despedirse del trajo, recoger las cosas en
casa. Solo pensar que en unos días estaré en casa me hace tener sentimientos
contrapuestos. Aquí he encontrado mi sitio de confort. Ahora esta es mi casa,
mi rutina,… ¿Qué pasara cuando llegue allí? ¿Cómo estarán las cosas allí? Es una sensación extraña pero por la que hay que pasar.
En unos días tendré las respuestas, mientras, toca hacer las
maletas.
IGV
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