Guten morgen! ¿Qué tal? Aquí con un poco de suerte tendremos
buen tiempo todo el día, a diferencia de estos últimos que han sido fríos y
nublados. Ya ha pasado Semana Santa y la verdad es que se me ha hecho muy corta
por el hecho de que hemos tenido solo 3 días de fiesta. A pesar de lo corto,
hay que admitir que no ha estado tan mal. Por lo menos hemos podido aprovechar
los días para descansar y visitar nuevos lugares.
Antes de ello, la semana anterior, anduve por la zona centro
de Viena pasando el día. De primeras fuimos a “La casa de las Mariposas” la
cual se encuentra en Burggarten. Podías ver a distintas especies de mariposas revolotear
alrededor de ti y con un poco de suerte se te posaban. Luego de esto
coincidimos con una quedada de Lanborginis, un lujazo de coches. Más tarde
fuimos al parque del ayuntamiento donde había una feria tradicional del país,
muy buen ambiente. También disfrutamos
de buena música callejera en el centro y después un rato de opera gracias a la
gran pantalla que han colocado hace nada en uno de los muros de la Opera. Al
día siguiente fuimos a uno de los 6 bunkers nazis que hay repartidos por Viena,
el cual ahora, es un Zoo llamado “Haus des Meeres”. Debo admitir que al ver ese
monstruo me quede algo asombrada puesto que es enorme. El interior es igual de
grande y está compuesto por 12 plantas las cuales, o subes a pie o esperas
pacientemente al ascensor. Eso sí, las vistas desde las plantas 11 y 12 son
impresionantes. Se ve gran parte de la ciudad.
Ya en Semana Santa y con poca cosa en mente fuimos otra vez
a Shönnbrun donde había puestos de Semana Santa. Había un ambiente agradable,
buena música y rica comida. Comimos por la zona y más tarde, aprovechando el
ticket triple que compramos el primer mes, visitamos el jardín zoológico de
Shönnbrun. Tuvimos que andarnos con prisa ya que ni en 4 horas nos dio
suficiente tiempo para ver todo el lugar, eso sí, merece mucho la pena.
Luego, siendo convencida por la italiana con la que compartimos
piso, fuimos a Grinzing. Un sitio apartado de la ciudad y del ruido de los
coches. Allí tomamos un bus y subimos a lo alto de la montaña pudiendo ver, y
ahora sí, todo Viena mientras nos encontrábamos rodeados de naturaleza. Unas
vistas preciosas junto al Danubio y la verdad es que muy relajantes ya que he
estado sufriendo dolores de cabeza los últimos días.
Y para finalizar la Semana Santa, hace dos días fuimos a ver
el resto de los bunkers nazis, quedando uno más lejos que el otro pero
mereciendo la pena este hecho pues así podíamos contemplar las gigantescas
construcciones que se crearon antaño en la Segunda Guerra Mundial.
Y poco mas, ahora vuelta a la rutina y con ánimos.
Auf wiedersehen!
Fiesta tradicional
Casa de las mariposas
Haus des Meeres Prater
Jardin Zoologico de Shönnbrun.
Vistas desde Leopoldsberg
Bunker de Augarten
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