lunes, 1 de junio de 2015

The show must go on

Se acabó una de las mejores experiencias que he vivido nunca. Ha sido impagable. Viajes, personas y momentos que han sido increíbles en tres breves pero muy intensos meses.

Una experiencia totalmente recomendable que sirve para enriquecimiento personal en todos los aspectos. Que nadie dude en aprovechar una oportunidad así, sea donde sea el destino. Por encima de todos los recuerdos físicos que me he traído están los que no se pueden comprar, esa gente, ahora amigos que me llevo de Polonia y los voy a poder disfrutar aquí, que probablemente sin esta oportunidad ni siquiera nos habríamos cruzado en el camino.

Ha sido un último mes muy eléctrico, no hemos parado, última "txampa" en el trabajo, últimos viajes, despedidas, fiestas, papeleo, etc. pese a todo hemos exprimido al máximo la ciudad, que con tanta vida nos ha regalado una estancia sin un momento de relax.

Me gustaría hacer alguna reflexión o aporte final sobre Polonia. En cuanto a las costumbres, son de comer y cenar muy pronto, de hecho no ha habido día que no haya comido más tarde de las 12:15 y con respecto a cenar, sobre las 20:00 ya es tarde. Esto se debe a que empiezan a trabajar normalmente muy temprano, en nuestra primera empresa la hora de entrada era a las 6:00 de la mañana, por suerte cuando nos cambiaron la entrada era a las 8:00 algo a lo que estamos más habituados.

Sobre la gastronomía puedo decir que me ha encantado, muy relacionada con la pasta, los guisos, las sopas y las ensaladas. Aunque para mi usen demasiadas salsas, incluso abusen del pepino, no ha habido día que haya probado un plato nuevo que no estuviese bueno. Entre mis platos favoritos: los pierogis (muy parecidos a los raviolis) rellenos de carne/queso/espinacas, Zurek (una sopa dentro de un pan) y Gulash (guiso de carne). También se manejan muy bien con las pizzas y las zapiekankas (parecido al panini).

Sobre la gente del país, he de decir que hay de todo. En general con un poco fríos con los extranjeros, sobre todo en comercios y bares. Aunque cuando conoces de verdad a la gente polaca, la cosa cambia, se abren, son amables y te ayudan con todo lo que necesitas. Cuando estás de fiesta se vuelven o increíblemente amistosos o justo lo contrario, eso hay que gestionarlo con cuidado, pero personalmente no he tenido ningún problema con nadie así que mi impresión de la gente el positiva.

Sobre Polonia en general pienso que es una gran desconocida, es un país que en mi opinión está aún en desarrollo, la historia no le ha dejado avanzar antes, pero que lo está haciendo a una velocidad de vértigo, un país luchador y trabajador. Ciudades con el centro precioso y mucho encanto y con periferias no tan bonitas pero que aprendes a apreciar. He dejado sitios sin visitar y me alegro, ya que tengo excusa para volver.

Antes de acabar me gustaría agradecer a Zubiri por la oportunidad de haber realizado esta experiencia ya que seguramente de no haberla tenido ahora no la hubiese podido vivir más adelante. Gracias.

Kocham Polske!


Borja Muñoz

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