Antes de viajar estaba algo nervioso por cómo sería, cómo me arreglaría con mis compañeros, por el trabajo, etc. Las típicas dudas del estudiante pre-Erasmus supongo, sin embargo, desde que hemos llegado todo han sido sólo buenas sensaciones. Nuestro monitor nos fue a buscar en el aeropuerto, nos llevó hasta el piso, nos enseñó la zona, los supermercados... Resulta que estamos súper bien situados en el centro de la ciudad, aparte de tener las líneas de tranvía (el medio de transporte más habitual aquí) y de tren bastante "a mano", así que ha sido razonablemente fácil ir a la empresa que me ha tocado. Además, aunque ya nos habían comentado, resulta que la comida y bebida, tanto en restaurantes como supermercados, son proporcionalmente baratos en comparación a lo estábamos acostumbrados en España.
¡Tengo muchísimas ganas de seguir y disfrutar de la experiencia!
Un saludo
Ricardo Ferraz
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