Va a hacer un mes que siete
personas desconocidas nos juntamos en el
Aeropuerto de Bilbao para volar hasta Praga
y empezar LA experiencia de Erasmus+.
Durante el viaje hubo tiempo
suficiente para imaginar con qué nos encontraríamos al llegar. De todas las
especulaciones que íbamos haciendo, pocas llegaron a ser reales, pero al final,
tanto el alojamiento como las empresas -donde, después de algún que otro problemilla,
nos han acogido con gusto- están siendo los dos focos sobre los que se está
forjando la experiencia, y, de momento, el balance es positivo.
Este mes se ha pasado volando,
conociendo la ciudad, adaptándonos a ella, a nuestra nueva rutina, y aprendiendo a sobrevivir a bajo cero. Y entre
paseos, turismo, catas gastronómicas, y una arquitectura impresionante, ya
hemos superado un tercio de esta aventura, esperando que el resto sea igual o
mejor, pero, por favor, que suban las temperaturas.
Brzy se uvidíme!
-Bea-
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