Soy Stefania y me considero una amante de los pequeños detalles. El programa de Erasmus+ me ha traído a Escocia, y vaya si lo agradezco.
No podía irme del Reino Unido sin visitar Londres. Dublín también me esperaba pero me lo guardo para cuando vuelva. Porque volveré.
Tres días en la capital Inglesa no da para mucho y menos si pretendéis haceros vuestra propia visita alternativa e improvisada. Pero os lo recomiendo.
Recomiendo que os saltéis la parafernalia real y el Big Ben, y vayáis a lo que vive y se mueve. Recorreos vuestro Londres y volved a casa con algo que contar.
Haceos un free tour (que los hay a patadas) que os quite la venda sobre el Street Art y descubrid los coloridos barrios y callejones del East End y Shoreditch. O uno de la parte vieja de Londres (a la que también llaman City of London) y lucid luego los detalles y datos con los que os alimentarán.
Pateaos Candem con algunas monedas en los bolsillos, serán de las mejores invertidas de la visita. Aprended a regatear en sus mercados y gastad las baterías de vuestras móviles y cámaras con fotos de las que presumir o colgar en vuestras habitaciones.
Arrasad los museos, la mayoría (y más chulos) son gratis. El Tate Modern merece una mención especial, obligados a entrar si os va el arte. Si sois más de historia, pasaos por el Museum of London, que yo no visité por falta de tiempo, pero siempre he oído que merece mucho.
Flipad con el barrio chino y sus tiendas, volveos locos con las galletas y demás comestibles inimaginables aquí en el occidente.
Marcaos un tour súper económico subiendo a buses urbanos: 1,50 libras cada vuelta. Piso de arriba, primeras filas.
Haced todas estas cosas. O no. Descubrid vuestras propias ciudades y cread vuestras rutas, salid del hotel y dejad que os aconsejen.
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