Ya han pasado unas semanas desde que llegamos a Viena. Una ciudad que impresiona por sus grandes monumentos, edificios y el olor a café en las calles del centro. Por suerte llegamos el viernes, aunque el vuelo hasta Bruselas donde hicimos la escala fue algo movidito, hemos podido aprovechar el fin de semana para conocer un poco el centro de la ciudad. La residencia está a solo 15 minutos en tranvía, un pequeño apartamento compartido con otras tres chicas vascas.
El lunes conocimos la empresa en la que vamos a realizar los tres meses de prácticas y ya nos hemos puesto a trabajar.
Los fines de semana nos organizamos y seguimos conociendo lugares idílicos como la Ópera, el mercado de Naschmarkt o los jardines de Belvedere.
Auf Wiedersehen!
Elena
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