Ya en Donosti, y acabada esta experiencia, hay que decir con mucha pena, que repetiría una y mil veces más estos 3 últimos meses.
1 semana antes de volver visitamos Praga. Fuimos en Polskibus y tardamos unas 3h y media-4 en llegar. El tiempo era inmejorable, 30 grados! hasta me quemé. Nada más llegar fuimos al hostal a dejar las maletas y salimos hacia la plaza principal, y allí localizamos el free tour español. Duró unas 3 h. Después seguimos viendo la ciudad por nuestra cuenta.
Al día siguiente fuimos a ver la otra parte de la ciudad, pasando por el puente de Carlos y visitamos el castillo, el muro de John Lennon y la torre Eiffel. Muy bonito todo y unas vistas increíbles, la pena es que estaba el día triste y gris. Fuimos a comer a un restaurante típico checo pero allí la comida típica mayormente (o prácticamente toda) es carne, así que pedí otra cosa. Al día siguiente a las 4 cogimos el bus hacia Wroclaw.
El reloj astronómico
La calle más estrecha
La última semana en Wroclaw se me pasó volando, y es que cuando uno está bien se pasa todo muy rápido...
El 31 de mayo cogimos el avión haciendo escala en Munich, de unas 5 h, con lo que ese aeropuerto nos lo conocemos de arriba abajo ya ;). a las 21.20 ya llegamos a Bilbao y con esto se acabó nuestro Erasmus.
Ya escribiendo desde Donosti y 5 días después tengo que recalcar que después de estar 3 meses viviendo en otro país, con otra gente, otras costumbres, otro clima, otras obligaciones... la vuelta es dura, nos habíamos acostumbrado a ello, y estábamos muy agusto. Al llegar te encuentras desubicado y te das cuenta de cosas que antes no te habías parado a mirar, pero eso ya os dejo que lo descubráis vosotros ;)
A cuidarse!
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