Después de tres meses fuera de casa y ya con más calma que todas las emociones de ayer, toca hacer balance.
Tres meses de prácticas se hacen cortas, cuándo empiezas a entablar cierta amistad con compañeros y empiezas a entender a la perfección el sistema de trabajo toca irse. No obstante, tres meses fuera, sin ver a tu familia y amigos pueden hacerse un poquito largos en ciertos momentos.
Os recomiendo a cualquiera que tenga la posibilidad que haga estas prácticas, que aproveche la oportunidad de un Erasmus y que se disfrute al máximo.
Para mi, Viena y su gente siempre van a ser una pequeña parte de mi historia.
Elena Baro
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