Tras las primeras
semanas de adaptación, ya empiezo a tener la sensación de que llevo aquí mucho
tiempo. Tanto el desplazamiento y la vida en la ciudad, como los días en el
hotel están pasando volando. Es como si hubiera sido una adaptación en la que
no ha hecho falta adaptación. O al menos, no totalmente consciente. Además,
estamos teniendo muchísima suerte con el tiempo. Está haciendo unos días muy
buenos, con buena temperatura y cielo soleado.
Por poner una
pega, diría que es demasiado caro. Sobre todo los primeros días en los que la
emoción y el repentino cambio de nuestras rutinas, nos hace no reparar en lo que
gastamos. Es en ese punto, cuando encuentras la utilidad que nunca esperaste
encontrar a las matemáticas.
A estas alturas
ya conocemos las zonas clave de la ciudad, y aprovechamos nuestros días para
poder disfrutar un poco de la ciudad. La verdad es que es muy bonita y gracias
al tranvía es muy fácil llegar a cualquier punto de la ciudad. Menos los
sábados que debido a las manifestaciones de los “Gilets jaunes”( chalecos
amarillos), el tranvía no circula y toca ir andando a todos los lados.
En el hotel,
estoy cada día más a gusto, tanto en la recepción como con el personal del
hotel. Dentro del hotel hay un restaurante( La Boucherie), y el ambiente entre
los cocineros y camareros es muy bueno. Todos los días, me dan de comer en el
restaurante y me rÍo mucho con ellos.
No hay verdad más
grande que la de: la mejor forma de aprender un idioma es vivir una temporada
en el país. Lo digo yo, que parezco un chimpancé en apuros hablando en francés.
Pero, con el paso de los días, y tras tratar con los clientes y
compañeros en la recepción, voy asimilando procesos, formas de expresión, palabras
técnicas y formas de actuación que cobran cada vez más sentido en mi cabeza y me
ayudan a aprender cada día, nuevos aspectos de la dinámica hotelera en otro país
y en otro idioma.
La verdad, espero que lo que nos queda por vivir no pase tan rápido como lo vivido hasta ahora.¡Por pedir que no quede!
Un saludo y hasta la próxima! 😉
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