Durante esta semana, uno a uno, nos dio a conocer en nuestras respectivas empresas donde realizaríamos las prácticas y, también, nos facilitó un bono con el cual podríamos desplazarnos en bus y tranvía por toda la ciudad.
Esta misma semana coincidió, por fortuna, con la recta final de los carnavales de Venezia. Por ello, decidimos acercarnos para poder conocer y disfrutar de dicha experiencia. Una vez allí nos encontramos con multitud de gente disfrazada con los típicos atuendos y sus significativas máscaras que tanto caracterizan a estos carnavales. Pasando por el Puente Rialto en dirección a la Piazza San Marco, recorrimos la ciudad entre sus estrechas y laberínticas calles a escasos centímetros del agua que fluye por los canales repletos de góndolas y vaporetos.
Al finalizar el curso de italiano, empecé las prácticas en el Hotel Europa desempeñando el puesto de camarera de sala, ya que necesitaba mejorar mi nivel de italiano. Por lo que transcurrido el primer mes me asignarían en recepción. Me sentí muy cómoda a la hora de integrarme en la plantilla, tuve muy buena acogida y me ayudaron en todo lo posible. Los primeros días me resultaron un tanto complicados debido a que nunca había realizado este trabajo, pero con empeño y ayuda de mis compañeros el aprendizaje resultó mucho más fácil.
Una vez completada la primera semana laboral, aprovechamos el fin de semana para realizar turismo en la ciudad de Romeo y Julieta, Verona. Recorrimos los puntos más interesantes como la Arena de Verona, la casa de Julieta (donde todo el mundo le tocaba el pecho como signo de fortuna), el Puente del Castelvecchio y el Duomo de Verona, entre muchos más lugares.
Satisfechos con el inicio de turismo en estas dos emblemáticas ciudades, decidimos conocer más a fondo Padova durante las dos siguientes semanas.
Silvia
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