Aprovechando
los últimos días en Praga, decidimos ir a pasar el dia a un pueblo
situado al este de la República Checa llamado Karlovy Vary.
Lo
mas llamativo de este pueblo, son las fuentes de aguas termales que hay
repartidas a lo largo del pueblo, donde usando una taza especial, los
lugareños beben de ellas.
Decidimos
comer en un restaurante de "Wagels" una especie de sandwiches con un
agujero en el medio. Lo mas curioso en mi opinión, fue que nos regalaron
a todos unos guantes de latex para no ensuciarnos las manos.
Tras visitar todo el pueblo decidimos volver a praga hacia la tarde-noche despues de pasar un buen día.
Ander Grao
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