Soy David desde Viena. El fin de semana pasado
tuve la oportunidad de poder viajar un poco con mis compañeros de Erasmus y
conocer mejor Austria. Porque si algo tiene bueno Austria es que no es muy
grande y está rodeado de muchos países...por lo que es inevitable caer en la
tentación de coger la mochila e irse de Viena unos días para desconectar.
Decidimos acercarnos a los Alpes visitando Salzburg y Hallstatt, que casualmente las dos significan ‘ciudad de sal’ debido a los yacimientos de sal de la zona.
Salzburgo, ciudad natal de Mozart, es “pequeña pero matona”. Se encuentra en un enclave espectacular entre varios montes, posee una bonita arquitectura y un ambiente muy relajante junto al río Salzach. Definitivamente, viniendo de una ciudad más cosmopolita como Viena es una buena manera de ver algo más austriaco.
Tras pasar un día en Salzburg, visitamos Hallstatt. Nos damos cuenta de que el invierno no ha acabado ya que empieza a nevar por el camino y durante la visita a la ciudad.
Aunque las hordas de japoneses sacando fotos nos indican que el pueblo está turísticamente sobreexplotado, el paisaje no decepciona en absoluto. Montañas imponentes que se alzan a dos pasos, árboles de un verdor casi irreal y las aguas cristalinas
del lago que invitan a darse un baño (si no fuera por los cero grados y la nieve)
No hay comentarios:
Publicar un comentario