Fue construida en el siglo XIV al rededor del monasterio franciscano, de lo que solo queda la iglesia. Fue devastada en los incendios de 1640 y 1682, aunque gracias a dios al final se recuperaron. Ahora podemos encontrar 600 edificios de madera, a parte de algún museo y la iglesia (a la que se debe entrar sí o sí).
Realmente es una ciudad que se debe ver si se tiene la oportunidad de ir a Finlandia, al entrar tiene ese aire como de cuento de hadas y como ya he dicho antes esta muy bien conservada. El único punto negativo que le daría a Rauma es el hecho que circulen coches por el medio del casco histórico, donde se encuentran todos los edificios o casas de madera, ya que destruye un poco el ambiente que tiene la ciudad.
Sara Cepeda - Administración y Finanzas
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