Me acuerdo de que cuando me dijeron que el Erasmus duraba tres meses pensé que iba a ser una eternidad,pero, parece que llegamos ayer... Es una pasada el cariño que le hemos cogido a esta ciudad, a la gente, a la maldita contaminación y el camino de cabras que tengo que cruzar para llegar hasta mi casa.
Voy a echar de menos el despertarme con la luz del sol a las 5 de la mañana y esos días en los que amanece lloviendo y a media tarde pega tanto el sol que acabamos quemados como en el mismísimo Caribe, pero sé que todo acaba y que esta experiencia tiene que terminar aquí.
Sólo puedo decir GRACIAS GRACIAS!:)
Para los que vengáis a Cracovia de erasmus próximamente, en la próxima entrada voy a poner una lista de lo que para mí tenéis que ver y hacer aquí, por que realmente esta ciudad tiene mucho que ofrecer!
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